La puta madre de mi alma por qué me cuesta tanto ser
Con estas nuevas formas de comunicarnos debemos desarrollar algún otro sentido…
La puta madre; no puedo escribir y me creo un escritor. He leído en los últimos años, me atrae la lectura, la música, lo que yo considero mi buena música, la cultura es parte de mi circulación. Pero, maldita sea, no puedo transmitir nada de lo que he visto, leído y escuchado.
En realidad, creo que soy un caso excepcional, he sido desde niño un impedido mental, sin embargo no sé cómo sortee los años de la primaria. Ya entrando en la secundaria repetí el año, volví a hacer el primer año y como el colegio era algo informal, aunque las pensiones que se pagaban se asemejaban a los exclusivos, me promovieron para el siguiente grado.
Siempre viví engañando. Tengo una novia y ella llegó a mi vida para recordármelo frecuentemente. No sé si es lo mismo que la hipocresía, ella prefiere calificar mi farsa de ese modo. Sin quitarle gravedad al asunto, no deja de parecerme muy grueso el que yo sea un hipócrita.
Palabreo demasiado, sólo se trata de soltar y soltar, escribiendo. Sí, confieso que he sido un hipócrita de primera. Por querer hacerme el escritor no he escrito cómo debía, es decir, de este pésimo modo.
Suficiente diarrea de verborragia, que no es mucha, pero nos vamos dando cuenta de que hasta aquí nomás llego. Los defectos que pudieran nacer me matan, los que viven asfixiaron cualquier posibilidad de talento.
Hasta pronto al poeta que escribió los poemas invisibles, el de la tinta incolora, el que en vez de tener en blanco la hoja siempre tuvo la mente.